quarta-feira, 3 de junho de 2009

A esperança renasce em El Savador! Viva FMLN!

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Maurício Funes assumiu dia primeiro de junho a presidência de El Salvador, depois de anos de oposição, luta e uma guerra civil sangrenta que causou a morte de mais de 200 mil salvadorenhos, totalmente financiada pelos EUA.

Finalmente triunfou a vontade popular em El Salvador e é reacesa a chama da esperança!

"El pueblo Unido, jamás será vencido!"



"Amanhecer em El Salvador

Por Mauro Santayana


“Aquele que for derrotado no serviço em favor dos pobres, pelo amor de Cristo, viverá como o grão de trigo que morre. A colheita chega porque o grão morre. Nós sabemos que todo esforço para melhorar a sociedade, sobretudo quando a sociedade é plena de injustiça e pecado, é esforço que Deus abençoa, que Deus quer, que Deus nos determina”.

O pregador era o arcebispo de El Salvador, dom Oscar Arnulfo Romero y Galdamez, que celebrava a missa vespertina na pequena capela do Hospital da Divina Providência, para cancerosos pobres. Em seguida, um disparo atingiu-lhe o coração. O atirador de elite, segundo se soube depois, era Álvaro Saravia, chefe de um dos mais operativos esquadrões da morte que atuavam no país. Um dia antes, em outra missa, o arcebispo se dirigira aos soldados que vigiavam a cerimônia e os exortara a não matar seus irmãos, ordenando-lhes, em nome de Deus, que não obedecessem a seus superiores.

Sete dias mais tarde, durante as cerimônias fúnebres em sua homenagem, mais de 50 mil pessoas, reunidas na praça – outras 7 mil estavam no interior da catedral – foram atacadas com bombas e tiros de metralhadora. Eclodiu a guerra civil, que custou a vida de 200 mil pessoas, e foi financiada pelos Estados Unidos com US$ 1,5 milhão ao dia, durante 12 anos. Um acordo, em 1992, interrompeu os combates, mas manteve a direita no poder, até a última segunda-feira, quando a esquerda, com o jornalista Maurício Funes, assumiu a Presidência do país.

El Salvador é o mais forte símbolo do confronto entre o humanismo cristão e a brutalidade dos opressores nos últimos séculos. Dom Oscar Romero, segundo os seus biógrafos, foi escolhido para a arquidiocese por sua posição conservadora. Mas, nos três anos anteriores, como bispo de Santiago de Maria, uma das regiões mais miseráveis do país, ele foi convertido à Teologia da Libertação. Cavalgando pela região montanhosa, o prelado descobriu que a realidade da opressão era muito mais dura do que imaginava. Crianças que morriam de fome, trabalhadores que tombavam de fadiga na colheita de café, os cortejos fúnebres diários e os cemitérios plenos de pequenas cruzes. Tentou ajudar com os recursos da igreja e suas próprias economias, mas verificou que isso de nada adiantava. Ao assumir a Arquidiocese de El Salvador, em 1977, resumiu, em sua homilia, a experiência com os humilhados e oprimidos.

“O mundo dos pobres nos ensina que a redenção só virá quando eles deixarem de ser os recebedores passivos da ação do governo ou das igrejas, mas, sim, quando forem os mestres e protagonistas de sua própria luta pela libertação”. Poucos meses antes de morrer, enviou a Carter o apelo para que deixasse de dar dinheiro aos militares que dizimavam seu povo. Carter não respondeu e só suspendeu a remessa de recursos bélicos quando a opinião pública o pressionou diante do assassinato de quatro freiras católicas norte-americanas, um mês antes da morte de dom Romero. Reagan, ao assumir, restaurou e incrementou a ajuda militar, com US$ 1,5 milhão diários, durante os 12 anos seguintes. A perseguição aos religiosos continuou até o fim. Em 1989, seis jesuítas foram chacinados na Universidade Centro Americana, entre eles Ignácio Ellacuria, Segundo Montes e Ignácio Martin-Baro. O oficial chefe do batalhão que os executou, Espinosa Guerra, fora aluno de Segundo Montes no curso secundário.

Recordar o que houve em El Salvador é recordar “a injustiça e o pecado” da sociedade mundial que conhecemos. Dois, entre outros casos, marcam a brutalidade e a estúpida banalidade da repressão: ao reconhecer o cadáver da filha, os pais acharam estranho o volume sob o lençol. Em seu ventre, costurado com cadarço de sapatos, estava a cabeça do noivo. No outro episódio, 15 minutos antes do toque de recolher, um soldado abateu o adolescente que corria pela rua, e explicou ao colega: “Yo sé donde vive. No llegará a tiempo”.

Maurício Funes prometeu o desenvolvimento do país voltado para a redenção de seu povo, inspirado em dois líderes contemporâneos: Lula e Barack Obama. Citou a situação desesperada que a direita construiu: meio milhão de crianças sem escolas (o país tem 7 milhões de habitantes), desnutrição crônica, desemprego, corrupção generalizada, violência. O mesmo quadro denunciado por dom Romero em 1980.

A esperança que renasce no país depende da solidariedade continental."




Histórico: Mauricio Funes, Presidente de El Salvador

ContraPunto

Funes habló de que, con la voluntad política –que no tuvieron los gobiernos de Arena –se puede construir un mejor país.

SAN SALVA DOR - Carlos Mauricio Funes Cartagena, de 49 años de edad, juró hoy como pres idente de la República de El Salvador, protes ta que le fue tomada por el presidente del p arlamento, Ciro Cruz Zepeda, en un acto emotivo y sin precedentes his tóricos en esta nación centroamericana.

Cruz Zepeda también juramentó al vice

presidente Salvador Sánchez Cerén, un maestro y ex comandante guerrillero durante la guerra civil que concluyó en enero de 1992, y quien, además de ser vicepresidente, ocupará el cargo de ministro de Educación.

El anfiteatro donde se realizó la ceremonia de traspaso de mando lució repleto de presidentes, jefes de estado e invitados especiales. El ambiente era festivo. Y cómo no. Funes y el partido que lo llevó

al poder, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln) logró sobreponerse y derrotar el 15 de marzo a un partido que se había perpetrado por 20 años en el poder, la Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

La ceremonia de hoy lunes es la culminación de ese proceso, y todas las expectativas están puestas en el nuevo gobierno, que ha entrado con un margende apoyo popular histórico: el 80% de la población le da su aprobación y su confianza, de acuerdo a sondeos de opinión realizadas por tres casas encuestadoras.

Es primera vez que en El Salvador asume la presidencia un representante de la izquierda política, acompañado por una amplia alianza encabezada por la ex guerrilla.

Los actos de transmisión de mando presidencial en El Salvador, iniciaron esta mañana, a las 09:35 (14:35 GMT) con el arribo de Funes al centro de convenciones, donde más de 4.000 invitados lo ovacionaron con la consigna de "¡Sí se pudo!".

Funes criticó fuertemente a los gobiernos de Arena: “Errar es humano, pero evitar el error es, igualmente, un atributo de todos los hombres y todas las mujeres. Y evitar el error comienza por no hacer lo que algunos ya hiciero

n mal en este país: gobernar para pocos, ser complaciente con la corrupción, temer y ser cómplice del crimen organizado, pactar con el atraso en todas sus formas de expresión”, dijo el nuevo mandatario.

En seguida comenzó a explicar lo que desea y va a impulsar en su gobierno: "Queremos la reconstrucción social; queremos la reconstrucción económica y queremos la reconstrucción institucional".

Más adelante señaló: "Significa crear

un modelo de desarrollo nacional que rescate lo mejor que tenemos, disminuya las desigualdades internas y promueva una reinserción más dinámica e inteligente en los escenarios regional e internacional... reinventar nuestro país será crear un nuevo proyecto de nación que, al mismo tiempo, rescate la gran deuda social y acelere nuestro progreso humano y tecnológico".

Culpó a la élite política que hoy ha llegado a su fin, de la profundización de la crisis que agobia a El Salvador, y que ha cobrado ya unos 40 despidos y una caída abrupta de las exportaciones, los i

ngresos fiscales y las remesas, entre otros índices económicos.

Por otra parte, también rindió un homenaje público a los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y al de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva.

"Cuando mis adversarios, distorsionando hechos y manchando la honra de las personas, intentaron falsamente descalificarnos, a mí y a mi querido partido, el Fmln, fuimos a buscar los ejemplos vigorosos de Obama y Lula, como prueba de que líderes renovadores, en lugar de ser una amenaza significan un camino nuevo y seguro para sus pueblos", enfatizó el político.

Y agregó: "Obama, yo decía,

probó que es posible reinventar la esperanza. Y Lula, yo decía, demostró que se puede hacer un gobierno popular, democrático, con economía fuerte y distribución justa de la riqueza".

La representante de Obama, Hillary Clinton, estaba entre los invitados, ataviada en un vestido rojo, casualmente –o quizás no –los colores del Frente.

Funes llamó a todos los salvadoreños a reconstruir la nación, en medio de una grave crisis, pero llamó a hacerlo con alegría y con esperanza en el "cambio" por el cual la gente votó en su may

oría.

"Vamos a hacer una patria joven, alegre, esperanzada. Vamos a construir nuestro país con alegría, con fe, con belleza. Con fuerza creativa, sin traumas y sin preconceptos. Con energía de vivir. Precisamos acabar con lo que todavía queda de nuestro complejo de víctimas porque eso alimenta el odio, la autoconmiseración, el revanchismo y las disculpas fáciles", finalizó el nuevo mandatario.

En algunos momentos se le ve visiblemente emocionado y con los ojos enrojecidos, inyectados con lágrimas.

Se refirió a la apertura de relaciones diplomáticas con “nuestra hermana República de Cuba”, lo cual fue ovacionado por los asistentes.

Antes de iniciar el juramento oficial, el Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, ofreció una oración para pedir a Dios para que en El Salvador impere la democracia, donde se combatan los egoísmos, se venza la pobreza, la violencia y el bien común.



"Mauricio Funes toma posse como primeiro presidente de esquerda de El Salvador

SAN SALVADOR (AFP) — O jornalista Mauricio Funes, o primeiro presidente de esquerda da história de El Salvador, assumiu o cargo na presença de quase duas dezenas de líderes políticos, entre eles o presidente Luiz Inácio Lula da Silva e a chefe da diplomacia americana, Hillary Clinton.

Funes, que governará com a ex-guerrilha marxista da Frente Farabundo Martí para a Libertação Nacional (FMLN), pôs fim a 20 anos de hegemonia ininterrupta da direita para se tornar o primeiro presidente de esquerda na história de El Salvador.

Em seu primeiro discurso como presidente prometeu que seu governo será orientado pela "sensatez e pela honradez" e anunciou o lançamento de um "plano global anticrise", que consiste em um conjunto de medidas de caráter social, entre elas a criação nos próximos 18 meses de 100.000 postos de trabalho para "estabilizar a economia e minimizar as consequências sociais".

Também anunciou o "restabelecimento imediato" das relações diplomáticas, comerciais e culturais com Cuba e se comprometeu a "ampliar, fortalecer e renovar nossas relações" com os Estados Unidos, ao qual "historicamente estamos ligados por muitos vínculos, em particular pela presença de milhões de nossos compatriotas que lá vivem, trabalham e constroem seus sonhos".

Funes também será um "decidido impulsionador" da unidade regional e latino-americana porque o "destino de El Salvador está indissoluvelmente ligado a nossos irmãos centro e sul-americanos", que prestigiaram maciçamente a sua posse.

Dezenas de presidentes, entre eles Luiz Inacio Lula da Silva, o mexicano Felipe Calderón, o colombiano Alvaro Uribe e todos os centro-americanos, assim como os Príncipes de Astúrias, viajaram a San Salvador para este histórico momento.

Os presidentes da Bolívia, Evo Morales, e da Venezuela, Hugo Chávez, foram os grandes ausentes.

Funes também anunciou a convocação de um "diálogo nacional" para definir uma estratégia que inclua um acordo sobre o emprego e a política social básica para construir seu "novo projeto de nação".

Ele reconheceu que tem uma "tarefa gigantesca pela frente", ressaltando depois que "não tem o direito de errar".

Na noite de domingo, Funes anunciou a composição de seu novo governo, no qual boa parte dos ministros e secretários não pertence aos quadros da FMLN.

Nesse longo processo para formar o governo, em meio a uma queda de braço entre o mandatário e o partido, ao qual pertence seu vice-presidente e ministro da Educação, Salvador Sánchez Cerén, procurou-se uma solução de compromisso.

No total, treze ministros e seis secretários, entre eles sua esposa e primeira-dama, a brasileira Wanda Pignato, integram o Executivo de Funes que governará o menor e mais densamente povoado país da América Central pelos próximos cinco anos. Um período que se evidencia incerto à luz da crise econômica e das dificuldades fiscais que atravessa o país.

Diante das críticas de seus opositores por uma suposta aproximação ao Socialismo do Século XXI que prega o presidente venezuelano, Funes reiterou que seu modelo é o de seu homólogo brasileiro, a quem agradeceu a presença.

"Os empresários têm que perder o medo da FMLN e de um governo de esquerda", pois o desenvolvimento de El Salvador "passa ao lado dos empresários", disse à AFP.

Funes recebeu o apoio da secretária de Estado dos EUA, Hillary Clinton, cujo país teve até agora em El Salvador um de seus mais aliados fiéis."

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