27 de septiembre 1975
by jabiero
Os últimos momentos de "Txiki", militante da ETA assassinado pelo regime franquista em 1975 e a carta-testamento do herói Basco.
TXIKI ¿EL ÚLTIMO CRIMEN DE FRANCO?
Juan Paredes Manot, Txiki, al amanecer del 27 de septiembre de 1975, ejecutando la sentencia de un juicio sumarísimo, el régimen franquista llevó a cabo el fusilamiento de cinco personas.
Txiki, con sólo veintiún años, fue fusilado por un pelotón de guardias civiles voluntarios en un claro del bosque de Cerdanyola, una población cercana a Barcelona. De nada sirvieron las movilizaciones en toda Europa ni las numerosas peticiones de clemencia que Franco recibió en las horas precedentes, entre ellas la del Papa Pablo VI. "Franco está durmiendo y ha ordenado que no se le moleste", fue la respuesta que recibió el Vaticano.
A las ocho y media de la mañana, seis miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil se vistieron de verde con un tricornio en la cabeza para disfrazar de autoridad su crimen y, con dos balas cada uno, fueron disparando poco a poco para saborear el placer que les producía la ejecución y poder prolongar la agonía de la víctima.
Txiki, que unas horas antes había escrito "no me busquéis bajo tierra, soy viento de libertad", un poema del Che Guevara, murió cantando el Eusko Gudariak. Fueron testigos su hermano Mikel y los abogados defensores Marc Palmés y Magda Oranich.
Sin embargo, no era frente a un pelotón de fusilamiento como el gobierno español tenía previsto matar a Txiki, sino por medio del garrote vil. Para impedirlo, Palmés y Oranich solicitaron que, en caso de irreversibilidad de la sentencia, por lo menos se concediese a Txiki la posibilidad de morir como él deseaba: como un soldado vasco. Es decir, fusilado.
Testamento de Jon Paredes Manot “Txiki”
Al Pueblo Vasco:
Una vez más el fascismo de Franco va a derramar la sangre del pueblo vasco. Problablemente cuando llegue este comunicado al pueblo, yo ya habré caido baJo el pelotón de ejecución. Mi intención al escribir este comunicado es poner una vez más de relieve la represión que sufre el pueblo vasco y todos los pueblos de España. No debemos olvidar nuestro objetivo: la creación de un Estado Socialista Vasco, objetivo por el cual han caido y han dado la vida muchos militantes revolucionarios, entre ellos los útimos caidos en el Estado español, Kepa, Nicia, Montxo, Andoni, y no serán los últimos.
Sois vosotros, la clase trabajadora y el pueblo en general, quienes lleven a cabo la lucha hasta derrocar al regimen franquista; entonces se habrá cumplido nuestro objetivo y podreis construir una sociedad nueva, sin clases, donde no exista la explotación del hombre por el hombre. Hoy me van a asesinar a mí por el simple hecho de luchar por mi pueblo, eso para el regimen de Franco es un crimen, no es un crimen asesinar a los militantes de ETA antes de cogerlos, tampoco es un crimen matar a la gente en manifestaciones, controles, etc.
Hoy somos nosotros los que estamos en el banquillo, pero mañana estarán ellos, o sea, Franco y toda su camarilla y sereis vosotros quienes nos hagais justicia: no lo olvideis, puesto que mis compañeros y yo ya no podremos. Confiamos en vosotros.
Por último, quiero hacer saber a mis compañeros de organización y a nuestro pueblo que mientras he estado libre he cumplido como mlitante y como hijo del pueblo y puesto que no he caido asesinado "legalmente" como mis compañeros, he pedido como última y única petición que sea fusilado ante un pelotón de fusilamiento como un Gudari más, recordando a todos los que han muerto por Euskadi, llevando en la mente nuestra Ikurriña, puesto que voy a morir lejos de ella...Os toca a vosotros hacer justicia.
Txiki, con sólo veintiún años, fue fusilado por un pelotón de guardias civiles voluntarios en un claro del bosque de Cerdanyola, una población cercana a Barcelona. De nada sirvieron las movilizaciones en toda Europa ni las numerosas peticiones de clemencia que Franco recibió en las horas precedentes, entre ellas la del Papa Pablo VI. "Franco está durmiendo y ha ordenado que no se le moleste", fue la respuesta que recibió el Vaticano.
A las ocho y media de la mañana, seis miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil se vistieron de verde con un tricornio en la cabeza para disfrazar de autoridad su crimen y, con dos balas cada uno, fueron disparando poco a poco para saborear el placer que les producía la ejecución y poder prolongar la agonía de la víctima.
Txiki, que unas horas antes había escrito "no me busquéis bajo tierra, soy viento de libertad", un poema del Che Guevara, murió cantando el Eusko Gudariak. Fueron testigos su hermano Mikel y los abogados defensores Marc Palmés y Magda Oranich.
Sin embargo, no era frente a un pelotón de fusilamiento como el gobierno español tenía previsto matar a Txiki, sino por medio del garrote vil. Para impedirlo, Palmés y Oranich solicitaron que, en caso de irreversibilidad de la sentencia, por lo menos se concediese a Txiki la posibilidad de morir como él deseaba: como un soldado vasco. Es decir, fusilado.
Testamento de Jon Paredes Manot “Txiki”
Al Pueblo Vasco:
Una vez más el fascismo de Franco va a derramar la sangre del pueblo vasco. Problablemente cuando llegue este comunicado al pueblo, yo ya habré caido baJo el pelotón de ejecución. Mi intención al escribir este comunicado es poner una vez más de relieve la represión que sufre el pueblo vasco y todos los pueblos de España. No debemos olvidar nuestro objetivo: la creación de un Estado Socialista Vasco, objetivo por el cual han caido y han dado la vida muchos militantes revolucionarios, entre ellos los útimos caidos en el Estado español, Kepa, Nicia, Montxo, Andoni, y no serán los últimos.
Sois vosotros, la clase trabajadora y el pueblo en general, quienes lleven a cabo la lucha hasta derrocar al regimen franquista; entonces se habrá cumplido nuestro objetivo y podreis construir una sociedad nueva, sin clases, donde no exista la explotación del hombre por el hombre. Hoy me van a asesinar a mí por el simple hecho de luchar por mi pueblo, eso para el regimen de Franco es un crimen, no es un crimen asesinar a los militantes de ETA antes de cogerlos, tampoco es un crimen matar a la gente en manifestaciones, controles, etc.
Hoy somos nosotros los que estamos en el banquillo, pero mañana estarán ellos, o sea, Franco y toda su camarilla y sereis vosotros quienes nos hagais justicia: no lo olvideis, puesto que mis compañeros y yo ya no podremos. Confiamos en vosotros.
Por último, quiero hacer saber a mis compañeros de organización y a nuestro pueblo que mientras he estado libre he cumplido como mlitante y como hijo del pueblo y puesto que no he caido asesinado "legalmente" como mis compañeros, he pedido como última y única petición que sea fusilado ante un pelotón de fusilamiento como un Gudari más, recordando a todos los que han muerto por Euskadi, llevando en la mente nuestra Ikurriña, puesto que voy a morir lejos de ella...Os toca a vosotros hacer justicia.
¡VIVA LA SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS!
GORA EUZKADI ASKATUTA!
ABERRIA ALA HIL EUZKADI ZUTIK!